Argumento: «necesitas fe para ser ateo».

Cuando eres ateo por suficiente tiempo , lo más seguro es de que haya llegado a tus oídos (u ojos) esta pequeña joya:

Para ser un ateo necesitas fe, tanto como un teísta.

Bueno, escribí teístas, pero en realidad la mayoría son
Cristianos.
Cristianos fundamentalistas.
Cristianos funadmentalistas ignorantes.

Este argumento demuestra una completa falta de entendimiento a lo que es ser un ateo.

Hoy en día, los necios, ignorantes, cerrados-mentales y líderes religiosos utilizan la palabra ateo para referirse a «alguien que cree que no hay dios o algo así». Es obvio que como consecuencia piensen que el ateísmo es un sistema de creencias, pero es obvio también que estén equivocados.

Un «teísta» es alguien que cree en dios, y la palabra se deriva del griego θεóς, (theós) que significa «dios».
El término «ateo» viene cuando se le pone el prefijo griego «a» que significa «sin», y denota ausencia. El resultado es «sin dios».

¿No está convencido? Podemos aplicar este mismo prefijo a otras palabras conocidas, y que generan el mismo fenómeno: normal, anormal; simétrico, asimétrico: tomo (división), átomo (sin división).

El ateísmo es la falta de creencia en dios, no la creencia de que no hay dios.

A veces utilizan este argumento también para denotar que uno necesita tener fe para creer en ciertas teorías científicas, lo que revela al instante falta de conocimiento ante el método científico.
Cada teoría científica, resultado o ley, lleva consigo una larga cadena de evidencias que los soportan.  En cierto modo, una teoría científicas es más fuerte que un hecho, porque esa teoría conlleva a veces más que un hecho observable porque también es predecible.

Entonces, cuando dicen «es sólo una teoría» básicamente lo que en realidad dicen es «es sólo una hipótesis», porque no entienden el verdadero concepto de  una teoría científica, y claro que hay mucha diferencia entre «teoría» e «hipótesis».

La fe es cuando crees en algo sin tener nada de evidencia o hechos que lo respalde, por lo tanto no hay manera de que se necesite fe para aceptar una teoría científica, y en todo caso, aunque usted no crea en ella, esta seguirá siendo real.